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En un contexto global en el que las carreras académicas están marcadas por la competitividad, la exigencia de productividad y las altas tasas de desgaste emocional, con la consiguiente pérdida del bienestar personal, la mentoría, el acompañamiento y la capacitación se posicionan como estrategias esenciales para:

• Mejorar las competencias técnicas y las llamadas habilidades blandas, necesarias para el buen hacer y cumplimiento en la docencia, la investigación y la transferencia de conocimiento (gestión incluida).

• Fortalecer el bienestar y la resiliencia de quienes conforman la academia, previniendo el burnout y aumentando la satisfacción laboral.

• Promover la formación de redes de colaboración y apoyo entre pares y mentoría, para aumentar las oportunidades de crecimiento personal y profesional y reducir la sensación de aislamiento, especialmente en etapas tempranas de la carrera y en períodos de estancamiento profesional provocado por  circunstancias personales limitantes.

Diversos estudios han demostrado que la mentoría y los programas de capacitación impactan positivamente en la productividad académica y la retención
de talento en el ámbito universitario, especialmente en contextos donde la precariedad laboral puede ser un desafío recurrente. Una productividad que debe entenderse y asumirse en un sentido razonable, de beneficio para la persona y para la sociedad. Es decir, que proporcione avance del conocimiento, así como satisfacción intelectual y bienestar a la persona, sin someterla a un estrés innecesario.

Esta microcredencial tiene un alto interés profesional dado su enfoque y la capacitación que ofrece, imprescindibles para el desarrollo personal y profesional,
la gestión del talento, y la promoción de la equidad y el bienestar en entornos académicos. Abarca una amplia gama de temas fundamentales para quienes
buscan mejorar las dinámicas de aprendizaje, fomentar una comunidad académica inclusiva y equitativa, y fortalecer habilidades tanto individuales como
colectivas.

Concretamente, en lo que respecta a intereses profesionales clave en los que incide, destacamos:

• Desarrollo de competencias y habilidades profesionales. El enfoque de los conocimientos, competencias y habilidades responde a la necesidad de
formar de manera integral a profesionales que sean éticamente responsables y conscientes de la relevancia de sus acciones en el entorno académico.

• Mentoría y dinamización en entornos educativos. Las metodologías propuestas promueven la innovación y, al contemplar el acompañamiento, facilitan un aprendizaje más significativo y personalizado.

• Análisis crítico de las estructuras de poder en el contexto académico. El abordaje de temas como la segregación, la exclusión y la equidad, fomenta
la reflexión sobre las barreras sistémicas y su impacto en la comunidad académica.

• Liderazgo y sostenibilidad en la carrera académica. La propuesta de avanzar en equidad y sostenibilidad en la carrera profesional es relevante para diseñar trayectorias profesionales conscientes de las desigualdades.

• Bienestar y salud mental en entornos académicos. La atención a la salud mental, el cuidado personal y comunitario, y la detección de violencias se
ajusta a la creciente preocupación por el bienestar en las instituciones de educación superior y de investigación.

• Corresponsabilidad, cuidados y políticas de conciliación. El enfoque en la corresponsabilidad y la conciliación laboral-académica es crucial para instituciones que buscan entornos más inclusivos y sostenibles.

• Creación de espacios de seguridad y redes de apoyo. La detección de violencias, de acoso laboral, la creación de espacios de apoyo, y la visibilización de emociones como herramientas de trabajo, fortalecen el sentido de comunidad y la gestión emocional.

• Promoción de liderazgo transformador. Identificar barreras estructurales y simbólicas para fomentar liderazgos diversos e inclusivos conecta con las
estrategias actuales para reconfigurar las dinámicas de poder en las instituciones. 

• Planificación y evaluación para el desarrollo profesional. La inclusión de un plan de desarrollo personal y profesional en el trabajo final refleja el interés
en que las personas que sigan esta microcredencial tengan la preparación suficiente para una práctica reflexiva y estratégica en su carrera laboral.